China envĂa dos ejemplares gigantes a Taiwan, pero el regalo ha indignado a Taipei
Tienen la cabeza grande, blanca y peluda; las orejas y los alrededores de los ojos, negros. De momento se llaman NĂşmero 19 y NĂşmero 16. Él tiene un año y cuatro meses y pesa 46 kilogramos; ella es un mes mayor y pesa 48 kilogramos. SegĂşn aseguran los expertos chinos, "los ensayos de matrimonio" efectuados durante tres meses prueban que son compatibles y podrán tener descendencia. Son los pandas gigantes que ha elegido PekĂn para regalárselos a Taiwan, lo que los ha convertido en protagonistas de un nuevo enfrentamiento polĂtico entre el continente y la isla.
La oferta de los osos panda, que serĂa considerada como un privilegio en cualquier paĂs del mundo, ha provocado una airada reacciĂłn en Taipei, ya que llega cargada de contenido polĂtico. "Esperamos que la pareja pueda reunirse con los compatriotas de Taiwan tan pronto como sea posible y que las autoridades respondan a los deseos de la gente a ambos lados del Estrecho", dijo Dai Xiaofeng, responsable de la Oficina para Asuntos con Taiwan del Consejo de Estado chino, al presentar el viernes a los dos plantĂgrados seleccionados.
"Este movimiento es una falta de respeto. China nunca nos ha contactado ni ha mantenido ninguna conversación con las autoridades de Taiwan sobre los pandas", respondió Joseph Wu, máximo responsable taiwanés de las relaciones con el continente.
El ofrecimiento de los dos animales -considerado por PekĂn como una muestra de paz, unidad y amistad- fue realizado en mayo durante el histĂłrico viaje que Lien Chan, el anterior presidente del Partido Nacionalista (Kuomintang, KMT), en la oposiciĂłn, realizĂł a China. Se trata de la visita de más alto nivel que han efectuado lĂderes polĂticos taiwaneses al continente desde que los nacionalistas de Chiang Kaichek se refugiaron en la isla, en 1949, tras perder la guerra civil con los comunistas de Mao.
PekĂn ha intentado aislar al proindependentista presidente taiwanĂ©s, Chen Shuibian, estrechando lazos con sus rivales polĂticos y cortejando a los campesinos y otros votantes mediante concesiones como recortes de tarifas a la fruta importada. De ahĂ que el golpe de efecto de la diplomacia del panda, dirigido a los sentimientos que genera el simpático herbĂvoro, ha provocado las crĂticas del Ejecutivo de Chen Shuibian.
Taipei ha arremetido contra PekĂn por utilizar a los medios de comunicaciĂłn para promocionar su oferta y presionarle de este modo para que se quede con un regalo que ha calificado de "arma para promover la reunificaciĂłn". Hasta ahora, ha dicho que la aceptaciĂłn dependerá de lo que decidan los departamentos competentes; una forma de salvar la cara si finalmente decide recibir los dos osos. El Ministerio de Agricultura ha asegurado que cualquiera que quiera importar animales en peligro de extinciĂłn debe solicitar permiso al Gobierno. "Sin Ă©l, China no puede enviar unilateralmente dos pandas a Taiwan", ha señalado. Tanto el zoolĂłgico de Taipei como un parque de atracciones de la ciudad de Kuanshi, en el norte, quieren los animales.
El panda gigante -que se alimenta de bambĂş- sĂłlo se encuentra en China, donde viven 1.590 ejemplares en libertad y hay otros 183 en cautividad.
La iniciativa de PekĂn es sutil, ya que respalda su reclamaciĂłn sobre el territorio taiwanĂ©s. China dejĂł de ofrecer pandas como sĂmbolo de amistad entre paĂses en 1985. El envĂo a Taipei serĂa coherente con esta decisiĂłn, ya que, desde la Ăłptica de las autoridades chinas, los dos animales, que proceden de la reserva de Wolong, en Sichuan, sĂłlo cambiarĂan de provincia. Entre 1957 y 1982, China regalĂł 24 ejemplares a nueve paĂses, dos de ellos (Shao Shao y Qiang Qiang) a España en 1978, tras la vista que los reyes Juan Carlos y SofĂa realizaron ese año a China.
Osos Panda sĂmbolo de la diplomacia China
Durante los años 624 y 705, bajo la dinastĂa Tang, la emperatriz Wu Zetian iniciĂł lo que siglos más tarde se conocerĂa como la “diplomacia del panda”, fue asĂ como la Corte Japonesa fue engalanada con el primer envĂo de osos panda.
Inicios de la RepĂşblica Popular. En la dĂ©cada de los 50, bajo la direcciĂłn de Mao Tse-Tung, la tradiciĂłn revivirĂa alcanzando su máximo esplendor en 1972, durante la visita del presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, quien sellĂł la donaciĂłn de Hsing Hsing y Ling Ling para el zoolĂłgico de Washington, aquella visita fue el primer viaje a China de un presidente estadounidense desde la victoria de los comunistas en 1949 y quizás uno de los mayores logros de Richard Nixon antes del escándalo de Watergate el cual desembocarĂa en el ocaso de su carrera.
Hasta la fecha los ‘grandes osos-gato’ (da xiongmao, en mandarĂn) han servido como instrumento de concordia en dos vĂas: para los paĂses receptores es sĂmbolo grato en la bĂşsqueda de limar asperezas y celebrar acuerdos; y a su vez China se sirve de esto como eslabĂłn de inicio en la tortuosa cadena diplomática, asĂ PekĂn en 1957 retoma los envĂos de pandas al extranjero, con destinos diversos: Alemania, Austria, Corea del Norte, España, EEUU, JapĂłn, MĂ©xico, Tailandia y la ex UniĂłn SoviĂ©tica.
SĂmbolos de esperanza. Ante la amenaza de extinciĂłn que experimenta la especie, China decide en 1985 posponer indefinidamente este tipo de regalĂas, sin embargo, como una de las pocas excepciones a la regla, hace pocos dĂas despidiĂł con una emotiva ceremonia a Tuan Tuan yYuan Yuan, dos osos panda gigantes, cuyos nombres unidos en chino mandarĂn significan “uniĂłn”, los cuales viajaron a Taiwán con la emblemática misiĂłn de mejorar las belicosas relaciones entre la China comunista y la isla nacionalista.
Inicialmente Ă©stos pandas fueron obsequiados en el 2005 por el presidente chino, Hu Jintao, al entonces jefe del Partido Kuomintang (KMT), Lien Chan, no obstante, el gobierno independentista de Chen Shui-bian, bloqueĂł su arribo.
Posible mejora en las relaciones. Con la llegada al poder del presidente Ma Ying-jeou, en mayo del 2008, del partido KMT que aboga por estrechar lazos con PekĂn, no sĂłlo han desaparecido las razones polĂticas que obstaculizaban la llegada de los osos, sino tambiĂ©n las subversivas ideas independentistas, baluartes del Partido Democrático Progresista (DPP).
El PaĂs.
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