Los dĆas 10 y 11 de julio de 2014, los presidentes, directores y buena parte de los investigadores de CIDOB y del Real Instituto Elcano se reunieron en Barcelona con el objetivo de compartir diagnósticos y propuestas respecto a algunos de los temas clave de la agenda internacional que tienen especial incidencia en la sociedad espaƱola.
Los europeos ante un nuevo orden global
1. La capacidad de incidencia global de una UE que sigue pesando mucho en lo económico, pero que pesa mucho menos en lo polĆtico y en lo demogrĆ”fico dependerĆ” de la rapidez y el acierto con los que resuelva sus problemas internos. Una Europa ensimismada y que no se adapte a esta nueva realidad global estĆ” condenada a la irrelevancia.
2. Mientras en las Ćŗltimas dĆ©cadas una parte significativa de la población mundial ha salido de la pobreza extrema (especialmente en paĆses como China, India o Brasil) acortĆ”ndose las distancias en tĆ©rminos de renta entre paĆses ricos y las nuevas economĆas emergentes, en la Unión Europea, y muy especialmente en los paĆses del sur de Europa, las desigualdades crecen, y con ellas la frustración. Este no es un problema Ćŗnicamente económico o social, sino tambiĆ©n polĆtico, pues deteriora la calidad democrĆ”tica en la Unión Europea.
3. Ante la nueva centralidad de la región Asia-PacĆfico, la negociación de la Asociación TransatlĆ”ntica para el Comercio y la Inversión (TTIP) ha generado grandes expectativas. Concluir este acuerdo es una apuesta de calado geopolĆtico que, ademĆ”s, puede transformar la gobernanza del comercio a nivel global, y tener un impacto particularmente positivo en las PYMES. Para poder acceder al mercado transatlĆ”ntico, las potencias emergentes y otros conjuntos regionales se verĆ”n empujados a converger con las normas transatlĆ”nticas, reinventando sin substituirla la Organización Mundial del Comercio. Pero esto sólo se producirĆ” en la medida que la UE y los EEUU sigan representando una parte importante del comercio y la riqueza global y se disipen, ademĆ”s, algunas amenazas que podrĆan dificultar la ratificación del acuerdo.
Un nuevo ciclo se abre en la Unión Europea
4. El nuevo ciclo polĆtico que se abre tras las elecciones al Parlamento Europeo y la designación de la nueva Comisión es una oportunidad, y a la vez una necesidad apremiante, de reconectar con una ciudadanĆa europea que, en general pero muy especialmente en los paĆses del sur, se percibe a sĆ misma como vulnerable en el plano económico, y sin capacidad de influencia en el Ć”mbito polĆtico.
5. A pesar del auge de movimientos populistas y de fuerzas anti-sistema, el nuevo Parlamento no va a tener un funcionamiento muy distinto del que hemos conocido hasta hoy. En cambio, un Presidente de la Comisión respaldado de manera mĆ”s visible por una amplia mayorĆa parlamentaria sĆ puede alterar los equilibrios en el proceso de toma de decisiones, en particular en relación al Consejo Europeo.
6. Los principales retos para la UE durante los próximos cinco aƱos son: (a) en el plano interno, crear y recrear la confianza de la ciudadanĆa; poner en orden la nueva arquitectura del euro; y saber afrontar las tendencias centrĆfugas (especialmente en el Reino Unido pero no sólo); y (b), en materia de polĆtica exterior, la relación con una Rusia con vocación de rivalizar estratĆ©gicamente con la UE y con capacidad para quebrar los consensos entre los Estados Miembros; la respuesta a un MediterrĆ”neo en crisis casi permanente; y afirmarse como actor imprescindible en la gestión de los asuntos globales.
7. El suministro energĆ©tico ha ganado centralidad en la agenda europea. No hay una alternativa europea a corto plazo al gas proveniente de Rusia aunque sigue existiendo margen para reducir el nivel de dependencia, especialmente a medio plazo. Para ello hay que mejorar las interconexiones, diversificar fuentes de suministros y sacar mejor provecho de las energĆas renovables. La diversificación hacia nuevos suministradores requiere de un enfoque europeo que permita integrar todos los recursos, existentes y potenciales, en una estrategia energĆ©tica exterior.
Cambio, inmovilismo, conflicto y oportunidades en el MediterrƔneo y Oriente Medio
8. Los paĆses del MediterrĆ”neo y de Oriente Medio han sido y continuarĆ”n siendo fuente de intensa preocupación e incertidumbre, desafiando tanto la forma de analizar la región como las polĆticas que se diseƱen hacia ella. Existe el riesgo colectivo de volver a una forma de interpretar y de interaccionar con los paĆses Ć”rabes previa a 2011, asumiendo que las sociedades Ć”rabes estĆ”n condenadas a vivir en regĆmenes autoritarios y a sufrir el fanatismo. En lo económico tambiĆ©n puede pensarse que estas sociedades estĆ”n condenadas a soportar altos niveles de desigualdad y corrupción. Debe insistirse en la necesidad de acometer reformas que completen la apertura de las economĆas y desconcentren el poder económico y que vayan acompaƱadas por una apertura polĆtica inequĆvoca. El nuevo ciclo polĆtico abierto en la UE es una oportunidad para aumentar el impacto y relevancia de la polĆtica hacia los paĆses vecinos, incluidas unas relaciones euromediterrĆ”neas que, en muchos aspectos, han quedado obsoletas.
9. EspaƱa, como el resto de paĆses europeos y la UE en su conjunto, ha perdido capacidad de influencia en el Norte de Ćfrica y Oriente Medio tanto por la emergencia de nuevos actores, como por la necesidad de redirigir energĆas a resolver problemas internos. Si EspaƱa y la UE son incapaces de influir en el Magreb lanzarĆ”n el mensaje de que difĆcilmente podrĆ”n influir a escala global. Si no prestan atención a los acontecimientos en Oriente Medio cometerĆ”n el error de ignorar su potencial desestabilizador para el conjunto de la cuenca mediterrĆ”nea.
10. En materia de seguridad existe en el MediterrĆ”neo un multiplicación de agujeros negros tanto en los paĆses del sur (con algunos estados incapaces de controlar sus territorios) como en zonas próximas con alto potencial de contaminación transfronteriza (Sahel, cuerno de Ćfrica). En los próximos aƱos, no es factible definir como objetivo “recuperar” seguridad sino, mĆ”s bien, cómo gestionar esta inseguridad de forma mĆ”s eficiente, reduciendo riesgos y sentando las bases para soluciones duraderas. En este sentido, es esencial incorporar una mirada al sur, tanto en la agenda espaƱola como de la Unión Europea, que tenga en cuenta los riesgos, pero tambiĆ©n las oportunidades de esa parte del mundo.
11. En materia energĆ©tica y desde una perspectiva europea, el MediterrĆ”neo es una oportunidad desaprovechada. En el marco de una necesaria estrategia de diversificación, los paĆses del Magreb (Argelia y, en otras circunstancias Libia) y de los yacimientos en el MediterrĆ”neo Oriental podrĆan desempeƱar un papel crucial. No obstante, su potencial puede quedar mermado por condiciones poco atractivas para la inversión, los conflictos entre algunos paĆses de la región, y la inestabilidad interna.
Integración y fragmentación regional en América Latina
12. El regionalismo en AmĆ©rica Latina y el Caribe estĆ” atravesando una profunda crisis de modelo, como muestra la multiplicidad de proyectos de naturaleza jurĆdica y objetivos diversos que tratan de dar respuestas a los retos de la globalización. En los diversos espacios regionales y en mĆŗltiples capas (CELAC, UNASUR, ALBA o los espacios subregionales como el SICA, MERCOSUR, CARICOM, la CAN y la nueva Alianza del PacĆfico) los paĆses participantes buscan establecer, con distintos grados de Ć©xito, relaciones de cooperación de dinĆ”micas integradoras, a la vez que pretenden gestionar situaciones de conflicto y equilibrios de poder entre liderazgos regionales en competencia. Hasta que no se responda la pregunta de quĆ© se quiere integrar el proceso no producirĆ” avances sustantivos.
13. Aunque en el discurso tradicional ALC y la UE destacan la comunidad de valores en la defensa de la democracia y los Derechos Humanos, sin embargo en algunos paĆses y fuerzas polĆticas latinoamericanas se estĆ” instalando un discurso anti-occidental que cuestiona la forma de entender y llevar a la prĆ”ctica dichos principios. La creciente influencia de otros actores extra-regionales, como China y Rusia; la creación de bloques como los BRICS; y la debilitación del poder normativo de la UE debido a la crisis financiera y sus consecuencias, reducen la capacidad de atraer el interĆ©s de ALC hacia Europa y sus valores.
14. Entre los organismos de integración económica se perfila una lĆnea divisoria entre la Alianza del PacĆfico, claramente orientada hacia la liberalización comercial, con una amplia red de Tratados de Libre Comercio; y otra postura mĆ”s reticente a la liberalización, que se alinea en torno al MERCOSUR y al ALBA. Sin embargo, no deberĆa descartarse a medio plazo una progresiva convergencia regulatoria de ambos bloques, en la medida en que MERCOSUR se decida a una progresiva apertura de sus mercados necesitados de nuevas inversiones. Para ello serĆa necesario que Brasil, y muy especialmente Argentina y Venezuela decidieran implementar una serie de reformas, mĆ”s que necesarias para poder avanzar en esa convergencia. Un Ć©xito de las negociaciones en curso del Acuerdo de Asociación MERCOSUR – UE serĆa determinante y un buen anuncio de medidas futuras orientadas en la buena dirección.
15. La UE y EspaƱa tienen una capacidad limitada de incidir fuera del continente europeo, lo que incluye tambiĆ©n a AmĆ©rica Latina. Urge por tanto actualizar el discurso, tanto europeo como iberoamericanista hacia la región, ya que no se trata tanto de quĆ© puede hacer la UE o EspaƱa, sino de cómo relanzamos una relación simĆ©trica de winwin, para lo cual EspaƱa puede identificar aliados en el seno de la UE. Consideramos que una integración regional exitosa en AmĆ©rica Latina serĆ” positiva en tanto que facilite la interlocución entre ambas regiones; mejore la gobernabilidad interna de su paĆses miembros; se armonicen los marcos regulatorios; y haya nuevas oportunidades empresariales en campos diversos como, por ejemplo, las infraestructuras.